Las Chick- flick, es la expresión en inglés de lo que conocemos como comedias románticas, en ‘La peor persona del mundo’, esa clasificación parece no quedarle, porque cuando nos vamos al romanticismo sentimos que es un placer culposo en especial por lo poco profundas que son, esa superficialidad que igual está en discusión ha hecho que lo tengamos como un género menor. 

Sin embargo, el amor no es nada superficial y sí es un tema vital en la vida de la humanidad, a pesar de eso, la cinta noruega va mucho más allá. En la película está claro, la relación que tenemos con nosotros mismos.

Julie (Renate Reinsve) nos cuenta su vida en 12 capítulos, un epílogo y un prólogo. Con un orden y una continuidad que nos podría parecer extenuante y poco creativa, pero lejos de eso, el ritmo es endemoniado, y el orden es simplemente porque es lineal, como viene la vida o eso creemos, así que de la felicidad podemos pasar a la tristeza en medio de un suspiro, como nos sucede todo el tiempo. 

La elección de la carrera, lo que nos gusta, de lo que vamos a vivir, comenzarla y reconocer que estamos perdidos y vemos una ventana y la posibilidad de iniciar con otro enfoque. De medicina, Julie pasa a psicología, luego a fotografía y a ganarse su sustento trabajando en una biblioteca. 

Pero, no todo es trabajo y academia, también están los sentimientos, los amigos, la familia, su relación con ellos. Si una mujer se acerca a los 30 debe ya ser madre, perdón por la afirmación, pero realmente es una pregunta o una duda y parece que es más valioso reflexionar si podremos ser buenos padres. 

Esa mirada reflexiva la sentimos y vivimos en primera persona, de una manera magistral. 

Por otra parte, y si nos enamoramos y nos sentimos presos, a pesar de amar a la pareja ¿cómo irse, comenzar de nuevo? Estancamiento emocional, seguir o no seguir. La fidelidad, de nuevo otra pregunta, ¿se puede ser fiel cuándo hay una atracción tan fuerte y sensorial?

Una noche perfecta con otra persona, sin sexo, sin besos, con una conversación de horas, se puede catalogar ‘como una traición a la pareja’, no importa la respuesta, la opinión, las cosas a veces pasan y eso es vivir. Allí una de las grandes cualidades de ‘La peor persona del mundo’. 

Su historia y narración son fascinantes, igual con los actores, realmente convincentes, es fácil amarlos y odiarlos, sin embargo, la estética del largometraje es sobresaliente, las imágenes, sus planos son bellos, perfectos, hay una de las secuencias más hermosas de los últimos años que sin duda la catalogan como un clásico del cine.