La investigación histórica del barrio Las Nieves, liderada por la autora Adriana Uribe, arroja luz sobre la importancia de este sector en la configuración de Bogotá durante el siglo XIX. En su libro titulado ‘Las Nieves 1893’, Uribe explora cómo este espacio se convirtió en un punto de transición entre lo rural y lo urbano, destacando su papel como centro y periferia de manera simultánea.

A finales del siglo XIX, Las Nieves albergaba actividades consideradas marginales para la época, como casas de prostitución, establecimientos de chicha y talleres de obreros. Sin embargo, también fue el escenario del primer parque recreativo de la ciudad, el Parque del Centenario, lo que evidencia su carácter dual y su relevancia dentro del proceso de modernización de Bogotá.

El contexto de 1893 fue clave para entender las transformaciones urbanas y sociales de la capital colombiana. Durante este período, plazas tradicionales fueron convertidas en parques, se consolidaron nuevas edificaciones como el panóptico y el cementerio, y el tren comenzó a redefinir la dinámica de la ciudad. Además, la canalización del río San Francisco, que había sido central en la geografía de Bogotá, modificó la orientación arquitectónica de los edificios cercanos, impulsando una reorganización urbana.

"El haber encontrado mi lugar personal dentro de la investigación fue el motor que mantuvo el interés constante hasta hoy. (…) Es muy importante encontrar un vínculo emocional con el objeto de estudio para sostener el interés en investigaciones a largo plazo", contó Uribe. 

La autora también aborda los cambios en las costumbres que marcaron esta época. Por ejemplo, las procesiones fúnebres, que tradicionalmente recorrían largas distancias, comenzaron a percibirse como poco prácticas, reflejando una transformación en la percepción del tiempo y en las dinámicas sociales.
Por otro lado, la canalización de los ríos San Francisco y San Agustín representó un hito en la expansión de los límites urbanos. Estos cursos de agua, esenciales en la configuración inicial de la ciudad, fueron gradualmente relegados en favor de una modernidad que buscaba mayor ordenamiento y crecimiento.

La investigación de Uribe, que inició como un proyecto de maestría y se extendió por más de seis años, resalta la importancia de vincularse emocionalmente con un objeto de estudio para garantizar la continuidad y profundidad de los proyectos académicos. Su trabajo invita a reflexionar sobre cómo los espacios urbanos evolucionan y se resignifican con el tiempo.