La primera vez que escuché sobre ‘Everything Everywhere All at Once’, que traduce ‘Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo’, fue por una buena amiga que me contó su interés por verla, claro que se enredó con el nombre, pero no tanto como yo al leer la reseña más larga que recuerdo en el sitio web de Cine Colombia:

Con su lavandería al borde del fracaso y su matrimonio con el debilucho esposo Waymond en las rocas, Evelyn Wang, con exceso de trabajo, lucha por hacer frente a todo, incluida una relación hecha jirones con su padre crítico Gong Gong y Joy, su hija. Y, como si enfrentarse a una lúgubre crisis de la mediana edad no fuera suficiente, Evelyn debe prepararse para una reunión desagradable con un burócrata impersonal:  Deirdre, la auditora del IRS mal vestida. Sin embargo, a medida que el severo agente pierde la paciencia, una grieta inexplicable en el multiverso se convierte en una exploración reveladora de realidades paralelas. ¿Evelyn saltará por la madriguera del conejo? Pero, ¿Cuántas estrellas hay en el universo? ¿Puede la cansada Evelyn comprender la fuerza incontenible de las posibilidades, aprovechar nuevos poderes y evitar que una entidad malvada destruya las delgadas e innumerables capas del mundo invisible?”

Tras ver la película y leer de nuevo el  resumen, me sigue pareciendo enredada, pero la entiendo. Y es que ‘Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo’ es una rara propuesta que cuesta un buen rato para poder entrar en la convención, me explicó, si vemos ‘Toy Story’ rápidamente entendemos que los juguetes tienen vida, no hay nadie en el universo que diga que no le parece realista, es decir estamos en la convención.

Aquí gracias a Marvel y sus multiversos, pero sobre todo porque son superhéroes, no dudamos en ningún momento esa lógica, la gran diferencia en este caso es lo real que es, la empatía que despierta de inmediato, gracias en gran medida a Michelle Yeoh, la protagonista que recordamos por esa obra maestra ‘El tigre y el dragón’ y su vital participación en la comedia ‘Locamente Millonarios’. 

Ella como las grandes actrices se pueden transformar en una mujer común, una guerrera, una millonaria y una estrella de cine, pero en  nuestra realidad es una perdedora y ¿Qué es eso? Pues lo que la mayoría somos, unas personas llenas de miedo que piensan antes de tomar una decisión y aun así nos equivocamos.

Por ejemplo, no somos grandes personajes históricos. No debería generalizar, así que la intensión no es ofenderlo, perdón si lo hago, o si suena agresivo eso de perdedor, es simple, creo que usted está absolutamente convencido que podría estar mucho mejor, de no ser así, lo lamento y lo hablo solo por mi caso. 

Es decir, no somos grandes científicos, ni músicos reconocidos, ni estrellas de rock o jugadores de fútbol, símbolos sexuales o millonarios, que es en gran medida lo que podemos considerar como el éxito. 
Por esa razón siento que la filosofía es parte fundamental de la cinta, es como el debate existencial que traemos de lo político de la vicepresidenta electa sobre qué es vivir sabroso. Y para muchos, vivir sabroso es muy distinto, pero si podemos llegar a la conclusión que siempre nos caerá bien un abrazo, que si nos escuchamos podemos aprender de los demás y que a la larga ¿Qué es eso de ser exitosos? 

‘Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo’, es una gran experiencia que merece tiempo para respirarla, entenderla, en la que reina la fuerza femenina, en la que nos recuerda lo difícil que es la adolescencia, que no es nada fácil tener una buena relación con nuestros padres, con nuestros hijos y con nuestra pareja. 

Un largometraje existencialista, lleno de humor y de acción, un deleite que vale la pena disfrutar en una sala de cine con la mente muy abierta y sin reprocharnos que no seamos unos superhéroes, sino unos humanos llenos de defectos y cualidades.